domingo, 28 de agosto de 2011

Las P.A.S.O. y la construcción de la herramienta política

(Un análisis de las elecciones primarias 2011)

Hace pocos días se llevó a cabo la primera experiencia de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. El objetivo de las mismas fue seleccionar los candidatos de las ofertas políticas para los cargos que se elegirán en las elecciones generales, el próximo 23 de octubre.

Entendemos que este hecho, auspicioso por cierto, de lugar a una serie de reflexiones que exceden el mero balance electoral.

En consecuencia, vamos a tratar de hacer un análisis, desde una visión que no sea de coyuntura. Por el contrario, intentaremos una interpretación que aporte a una mirada estratégica de este momento histórico.

En mi opinión, estamos cerca de un punto de quiebre en el desarrollo del Movimiento Nacional, Popular y Democrático cuyo eje, en lo cuantitativo y en lo cualitativo, es el peronismo.

Sostenemos que estamos ante en un punto de quiebre, basándonos en las siguientes consideraciones: una valoración positiva del Modelo aprobado en esta instancia por la mayoría de los argentinos; por la consolidación de un liderazgo, el de Cristina Fernández de Kirchner; por la constatación de que el peronismo, con todas su contradicciones, es la opción de las mayorías; por la reafirmación de la importancia política de avanzar en la institucionalización de esta etapa, liderada en su momento por Néstor, y  ahora por Cristina.


Valoración del Proyecto K

El primer y elemental análisis de las elecciones de 14 de agosto, nos lleva a sostener que el Proyecto K fue prácticamente plebiscitado por el voto popular.

No solamente por haber obtenido más de la mitad de los votos, sino porque se extendió a   23 de los 24 Distritos, haciendo buenas elecciones en franjas que nos habían sido esquivas en el pasado reciente, como los sectores del campo o los sectores medios urbanos.

De este modo, se puede observar que el discurso y las propuestas han  penetrado en distintos sectores sociales, en particular entre los más desposeídos, y según la franja de edades, en los más jóvenes. Pero, lo que también es muy significativo es que  en esta oportunidad contó, inclusive, con una parte del voto de los sectores económicamente altos. Una de las constataciones de lo dicho, son las voces de acompañamiento que se oyen en la propia Unión Industrial Argentina, cosa no habitual para un gobierno popular.

Acorde con su esencia, el peronismo se muestra como el movimiento que atraviesa diversas clases y capas sociales, tanto como a distintas fuerzas políticas, pero siempre teniendo anclaje en una concepción nacional, popular y democrática con base en la clase trabajadora, en los más desposeídos y en los jóvenes. 

 Este modelo o proyecto, ha sido definido de diversas maneras: desarrollo con inclusión social; industrialista, pero teniendo en cuenta a todos los sectores de la economía; promotor de la integración suramericana; distributivo de la riqueza y en su última definición la Presidenta lo ha sintetizado en “Patria, Igualdad y Libertad “.

Todas estas definiciones, y otras similares son, en realidad, conceptos que se complementan al integrar el cuerpo conceptual de este periodo, que no es otro que la cuarta etapa del peronismo, es decir el peronismo del siglo XXI, tal como definimos en nuestro Manifiesto Liminar.

Es una tarea pendiente dar un mayor sustento teórico a esta etapa, tarea que se está llevando a cabo, pero que evidentemente necesita todavía de numerosos aportes que la enriquezcan.

No obstante, está claro que el peronismo es, más que ninguna otra concepción política, quien ha producido los mayores aportes para comprender esta época. Es decir que, como es evidente, no solo ha conducido los hechos fácticos, sino que los  ha fundamentado.


El liderazgo de Cristina

Otra cuestión sobresaliente de este proceso de las primarias, es el indiscutible liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner.

Este reconocimiento al talento y al temple de nuestra Presidente, excede los límites de quienes la han votado, para instalarse como un valor entendido en amplias franjas de la sociedad.

En este punto, debemos articular dos aspectos que son prioritarios para la construcción política: por un lado la consolidación y el crecimiento de este liderazgo y por otro, la necesidad que prima en estos tiempos de  avanzar en la institucionalización política.


 Institucionalizar: la necesidad de la organización política

         En `primer lugar, entendemos que institucionalizar es lograr una herramienta política acorde con la profundización del Modelo.

         Partimos de la poderosa revitalización de la política, que apreciamos en la Argentina desde 2003 y que ha dado un salto cualitativo en los últimos meses, con el resultado de la incorporación de una gran cantidad de nuevos militantes y la reincorporación de muchísimos otros, sumado a la aparición de una gran cantidad de nuevas agrupaciones en todo el país.

         Estamos en tiempos de esperanza y no hay que desaprovecharlos.

         Pero más allá del valor emotivo que esto conlleva, la tarea es la de transformar el impulso en organización política, con amplitud pero con organicidad: esto es  lo que nosotros llamamos institucionalización.

         Estamos ante la posibilidad de romper el maleficio que tuvieron todas las variantes del Movimiento Popular en la historia Argentina, en la que ninguna de sus expresiones logró superar una década en el ejercicio del poder.

         En esta oportunidad, en nuestra oportunidad, vamos a alcanzar los 12 años de un mismo proyecto y ello, sin eufemismos, puede cambiar la historia: señalará  un antes y un después.

         No estamos hablando de una justa deportiva, donde contenta solo el hecho de  superar un registro, sino que como decimos en el párrafo anterior, lo  que queremos es  producir un cambio cualitativo. El  modo de lograrlo es encontrar los espacios que den continente y contenido a este proceso, instaurando una democracia que amplíe la participación popular y los consensos, todo ello en aras de profundizar el Modelo actual.

         El debate es amplio, en este artículo nos vamos a centrar en plantear la discusión sobre uno  de los dispositivos con que cuenta el Movimiento Nacional para lograr los objetivos enunciados.


El dispositivo del Movimiento Nacional

Solo plantearemos la cuestión de manera general. Entendemos que se trata de aportar a un debate que alcanza a todos los actores políticos del Kirchnerismo, es decir a todos aquellos que entienden que este es el camino correcto y están dispuestos a trabajar en ello.

         Muy brevemente, el Movimiento Nacional en la Argentina siempre estuvo organizado a través de un dispositivo, que encabezado por el líder actuaba en los distintos espacios de la comunidad: los sindicatos, las cámaras empresariales, los colegios y asociaciones profesionales, las asociaciones barriales, las organizaciones sociales, los agrupamientos de artistas, las distintas organizaciones libres del pueblo, por nombrar algunos de los más significativos.

         Dentro de ese dispositivo, el Partido (Justicialista) ocupaba el lugar de la herramienta electoral, para que el pueblo se expresara en las urnas y de este modo alcanzara el gobierno, que es una parte del Estado.

         El interrogante que queremos abrir apunta a analizar esta definición doctrinaria, en el sentido  que tal vez deba ser repensada la valoración que dentro de este dispositivo,  debería tener el Partido.

         Una de las cuestiones que hay que tener en cuenta, es el nuevo escenario en nuestro país, tras 28 años de democracia representativa, con la perspectiva cierta de que esta se quede para siempre.

         Cabe recordar el marco donde nacieron estas definiciones doctrinarias: se generaron en un país (1945) donde las organizaciones partidarias estaban justamente desprestigiadas y en el que después del segundo gobierno del general Perón predominaron las dictaduras y pequeños periodos de gobiernos elegidos en condiciones no democráticas, fundamentalmente  por la proscripción del peronismo, (1955 a 1983). En lo internacional  estábamos en medio de la Guerra Fría, con todos los condicionamientos que conocemos.

         Este repaso de las circunstancias, no nos hace cambiar la concepción doctrinaria acerca de los valores del Movimiento, pero sí nos lleva a pensar el papel del Partido en una democracia representativa estable.


El Partido

         El desafío es pensar el tipo de Partido necesario para esta etapa, en la que debemos trabajar  para encontrar un tipo de organización política capaz de mantener el concepto de Movimiento y a su vez dotar al Modelo de un instrumento dinámico y participativo, capaz de formar militantes y cuadros, de conducir y/o crear las organizaciones libres del pueblo, imperiosas para este período de la Argentina.

         De igual manera, debemos encontrar el modo de sostener  los  principios originarios y hacerlos convivir armónicamente con las nuevas necesidades y los nuevos valores, las generaciones anteriores con las actuales, las antiguas  estructuras con las nuevas.

         Hay que producir estos cambios en la herramienta electoral, para que se trasforme en una herramienta política y de este modo pueda incorporar y contener a los miles y miles de argentinos que se acercan, por coincidir en el liderazgo  de Cristina y en la propuesta sobre el Modelo-.

         Los cambios que planteo son de doble mano. Por un lado el Partido Justicialista debe adecuarse a los tiempos, transformándose, incorporando a las banderas históricas otras que representen las nuevas necesidades de nuestro pueblo y con una organización de acuerdo con las necesidades de la época. Por otro lado, muchos compañeros que se dicen Kirchneristas no peronistas, deberán replantearse hasta dónde su postura no conserva resabios de prejuicios, que les pueden dificultar participar en la imprescindible construcción política orgánica de este Proyecto, que sin duda comparten.

         Desde luego que habrá muchos hombres y mujeres que seguirán apoyando las políticas de nuestro gobierno, ya sea manteniéndose como independientes o bien integrando fuerzas aliadas: todos ellos también serán bienvenidos.

         Estoy convencido que un desafío mayor es hacer conciente que para profundizar el Modelos, necesitamos tanto de la participación política, como de la organización política.


Osvaldo Daniel Avelluto

Secretario General

Agrupación CONVICCIONES

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